El proyecto consta del rediseño total de la imagen del emprendimiento uruguayo Cañamama. Para este se tomaron como pilares fundamentales los conceptos de lo artesanal, la calidad superior y lo sagrado/ancestral. A partir de estos se buscó generar piezas que pudieran aportarle cierto valor agregado a los productos que la marca ofrece, que van desde indumentaria a base de cáñamo hasta productos de cosmética natural realizados a partir de aceite de cannabis sativa.

Al ser una empresa sumamente comprometida con el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad, se intentó generar en todo momento la menor cantidad posible de desperdicios. Esto influyó a la hora de diseñar, ya que los productos debían estar lo más despojados posible de materiales que no fueran realmente necesarios. Esto, tal vez al principio podría verse como una dificultad, pero ya con el proyecto avanzado pude comprobar que justamente esta condición ayudaba de manera muy positiva a la estética visual de la marca, ya que se comenzaron a lograr piezas sumamente limpias que transmiten una pureza única en cada uno de los productos.